Vivir de sueños…

…Nunca fui una niña feliz….. Reía,  sonreía a todas
horas, jugaba y disfrutaba de un día soleado como cualquier niña, pero siempre sentía
como una sombra se  sobre mi. Era un sentimiento de pérdida, uno mas allá
de perder un juguete preferido o una pataleta por no conseguir lo deseado…
no, yo no era así, no era como el resto de niñas. Mi mente volaba sobre las
nubes y en ocasiones a miles de kilómetros lejos de mi hogar, no sabia nada de
la vida y ya sabia que aquel no era mi sitio… algo no encajaba… no era cuestión
mía, pensaba a mi no me pasa nada, mi mente me gritaba y yo no lo entendía, me
gritaba entupida y me pedía a gritos que corriera lejos de allí, yo no lo entendía.
Miraba a mi familia y me miraba a mi, me observaba en el espejo y sin entenderlo
me sentaba junto al lavabo y me agarraba las rodillas haciéndome una bola, me
miraba fijamente a os ojos, profundos y cristalinos ojos verdes que me devolvían
la mirada nada mas y le preguntaba a mi mente que quería de mi… y solo la oía
llorar y yo también lloraba, no podía entenderlo, ponía mi mano sobre el espejo
y mi reflejo devolvía el gesto y su semblante era triste y cada vez mas
desesperado y yo subía el tono de mi voz y le gritaba que podía hacer y las
lagrimas se agolpaban en las mejillas de mi reflejo y yo mas guiada por mi
impotencia que por la empatía también lloraba, hundía mi rostro en mis rodillas
y dejaba caer mi larga melena tapándome, escondiéndome del mundo, cuando
levantaba el rostro y volvía a mirarla ella parecía desmoronada y la tristeza
me embargaba, era duro verla sufrir… no entendía que aquella imagen era también
yo, no veía que era por mi por la que sentía tanta compasión…
   
Los años pasaron y aquella imagen del espejo me atormentaba, a veces mi vida
era perfecta y otras un desastre y ella siempre estaba allí, cuando era feliz
la ignoraba con todas mis fuerzas y cuando estaba triste, increíblemente me
consolaba… procuraba no mirarme al espejo y cuando no lo hacia la oía gritar
en mi cabeza y cuando por fin la miraba se callaba y pensé que se sentía sola, sufría
la soledad con ella y ella a cambio dejaba de estallar en mi interior, entonces
me acurrucaba en la cama y la dejaba soñar y sus sueños eran sorprendentes y
sus sueños me hacían sentir… sentía cosas que jamás imaginé, incluso su
presencia se hacia real en aquellos sueños, ella corría descalza por un prado
verde mientras la lluvia la empapaba y era yo la que despertaba con el olor a
tierra mojada aun presente en el ambiente… y a la que recorría un escalofrío
por todo el cuerpo por las gotas de lluvia al contacto con mi piel, ella besaba
apasionadamente a un amante y dejaba que la recorriera con sus manos y labios
como a tierra virgen a la que conquistar y era yo la que despertaba extasiada,
sudorosa y realmente excitada con la sensación de sus labios aun devorándome
los míos en parte doloridos por sus pasionales bocados… comencé a dejarme
llevar por su pasión… pero aquello me asustó, nunca sabia donde me llevaría,
a veces era aterrador y yo lo vivía tanto, tanto…

Hasta aquel día… aquel día lo cambio todo. Estaba en el colegio, tenia 12
años y jugábamos no se a que, sin embargo cuando un amigo me persiguió algo
dentro de mi me hizo gritar y huir, yo creía que normal pero por lo visto ellos
no lo vieron igual… huí a los baños y me encerré y aunque oía gente entrar y
gritar, yo no estaba dispuesta a abrir… entonces oí la voz de mi profesora…
al abrir todos me miraron asustados… y uno de ellos me preguntó
-No iras a suicidarte…- yo quede boquiabierta, mire fijamente a aquel niño y vi
algo en él, algo que no había visto jamás. Todos salieron yo incluida, pero mi conmoción
continuó, estuve el resto del día callada y a la salida le pregunte a Víctor a
que se refería, que por que me había preguntado eso…él me miró a los ojos y
simplemente me dijo que no lo sabia, pero que pensó que lo iba a hacer, que vio
algo en mi….

Llegue a casa corriendo, tire la maleta al suelo y entre en el baño, las
lagrimas se agolparon en mi ojos y cuando empecé a hablar las lagrimas cayeron
por mi rostro…
-¿Cuanto tiempo llevas ahí?… ¿Cuanto tiempo llevo siendo tú?…. ¿Donde
diablos he estado yo?
Aunque las lagrimas seguían ahí, el rostro del espejo se serenó y sin mas dejó
entrever una picara sonrisa por la comisura del labio, -…Siempre he sido
yo… siempre he estado ahi… ¿no te das cuenta de que tu eres el reflejo?-
pronuncio satisfecha
Yo miré a mi alrededor- No, no, no….- yo era real, yo siempre había estado
ahí, siempre… menos… cuando soñaba…
-Solo cuando soñaba era libre de ti… solo cuando soñaba era intensa, feliz y
dios gloriosa… era todo cuanto quería ser, iba a donde deseaba ir y vivía la
vida como la quería… cuando despertaba eras tu, tu la que no me dejaba salir,
encerrada por la mesura y la circunspección que me retenía en mi interior, me impedía
vivir… -una lagrima cayó y supe que era de ella- yo solo quería ser yo.

Ella se acerco al espejo, puso su nariz contra el frío cristal y yo la imité…
mire en sus ojos y vi todo un mundo, vi la creatividad, la pasión el deseo y
supe que era yo la que estaba vacía, otra lagrima cayó, esta vez fue mi culpa y
lo supe, cerré los ojos y al otro lado del espejo ella los abrió por primera
vez… ahora era yo la voz de su cabeza, era yo la sensatez que en ocasiones gritaría,
seria la que observaría la vida a través de sus ojos, pero ella seria feliz….

La primera cosa que hizo fue escribir un párrafo que aun conservo…

Abrí los ojos y el mundo pareció brillar, nunca había visto los colores así
hasta el negro parecía lleno de vida, al fin y al cabo las uvas son negras y
son como la ambrosia de los dioses. He ido por la calle mirando el verde de los
árboles con la mirada de un niño que acaba de nacer y he mirado cada piedra
memorizando formas convencida de que puedo perderlo todo, la visión, los
recuerdos, las sensaciones… no es justo, lo pienso y se que no es justo, como
he podido tardar tanto en sentir la vida así…como he podido desear la muerte.
La profesora me encargo un trabajo y me invente una historia… lo leyó
atentamente y me dijo que debía plantearme seriamente ser escritora, nunca lo había
pensado, podría escribir de mis sueños… auque lo curioso es que la
protagonista de la historia que tanto alabó no era yo… era comedida, serena,
callada… a veces no esta mal ser así… tal vez… solo tal vez podía
compartir… mi mirada… mi vida….

Y la chica del espejo abrió los ojos y susurro… estoy aquí… siempre que me
necesites estaré aquí….

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